9.4.07

Vos mi espectro

Tan silencioso que hasta puedo oírte,
con los dedos apretados en la lujuria.
Cascabeles inhóspitos desangrándose
Paladares caminando en círculos
Un solo murmullo en la plaza,
Y la nieve licua mis almendras

¿Cómo regresar del sueño, si en la tierra no se permite desnudar a los mendigos?
¿Cómo no desplegar el ello bajo la luz cutánea?

Seguir compartiendo migas con palomas de patas negras, así el remedio acaba por dormir al templo de la risa.

Tan silencioso que puedo oler damascos encerrada en el invierno.
Levantar las persianas del homenaje índigo.
Robarle las coronas al dueño de los acertijos.
Resucitar estatuas de cabello lacio. Largarlas a cocinar sobre la vereda coral.

Tu silencio volvió azul la noche.

Un espectro es un árbol a mitad de la tarde.

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